Quevedo: Humanista y humorista

Francisco Gómez de Quevedo y Santibáñez Villegas conocido como uno de los grandes de la literatura del siglo de Oro español, fue un gran sátiro con acérrimos enemigos y más d euna vez exiliado. Este poeta, escritor y dramaturgo fue un gran humanista, hombre de letras, ávido por aprender, pero que también dedicó parte de su vida a la política.

¿Por qué destacar a Quevedo y no a Lope de Vega o cualquier otro de los grandes, esta semana? Bueno, Quevedo tenía un enemigo con el que entabló grandes batallas literatas, Luís de Góngora. Tal es así que debíamos rescatar uno de sus grande poemas sátiros dedicados a la nariz de Góngora, hablamos del ser humano, ¿qué mejor que hablar de una parte del cuerpo humano?…Sí, ya sabemos que no tiene mucho sentido, tomar esta analogía, pero como hablamos de sentimientos y este hombre transmitía cualquier cosa..Pues ahí vamos con el soneto A una nariz

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

                      Era un reloj de sol mal encarado,                   5
érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

  Érase un espolón de una galera,
                       érase una pirámide de Egipto,                      10
las doce Tribus de narices era.

  Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.

Quevedo nació en Madrid el 14 de septiembre de 1580 y murió el 8 de septiembre de 1645 en Ciudad Real. Formó parte de la vida de la nobleza y de la política española de la época. Algunas de sus obras se han perdido con el paso del tiempo, mientras que de otras hay adaptaciones que dejan mucho que desear. Pero claramente, este artista renovó el lenguaje español, como prototipo del intelectual cortesano que exhibía su ingenio y con frecuencia le gustaba escandalizar o épater le bourgeois.


Si no has leido nada acerca de este autor, lo más recomendable es que vayas a la biblioteca o  a alguna librería y te hagas con Historia de la vida del Buscón llamado Pablos, ejemplo de vagabundos y espejo de tacaños, novela picaresca de 1626. Otra de las grandes obras es Sueños, compuestos entre 1606 y 1623, circularon abundantes manuscritos pero no se imprimieron hasta 1627. Se trata de cinco narraciones cortas de inspiración lucianesca donde se pasa revista a diversas costumbres, oficios y personajes populares de su época.

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